EL SERVICIO ES LA MARCA DEL CRISTIANO
Parte 1
Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones. Proverbios 19:17 (NVI)
Un día en el baño de un restaurante de repente entró un hombre y me miró con una actitud rara, desconcertada… ¿la razón?… Me había encontrado recogiendo del piso un montón de toallas de papel con el que las personas se secan las manos y empujándolas hacia abajo en el bote que estaba rebasado de basura. Es algo que hago automáticamente sin pensarlo algunas veces en lugares públicos como restaurantes o aeropuertos.
La gente conocerá que somos cristianos por nuestras obras de servicio. Verán algo diferente en nosotros cuando vean una actitud dadivosa. Nos conocerán como hijos de Dios cuando mostremos que nuestra intención es ser de beneficio en la comunidad, no que ella sea de beneficio a nosotros.
La predicación verbal no es la única, ni la más efectiva manera de que las personas sepan que somos cristianos. En efecto, la Biblia dice que se nos debe de conocer por ser personas servidoras de Cristo (1 Corintios 4:1).
Al trabajar en alguna área de la iglesia es fácil que nuestro prójimo diga que soy un servidor de Jesús. Pero ¿Cómo podrán los hombres fuera de la iglesia saber que soy un creyente? A través de nuestro servicio.
La gente debe conocernos no por “los que cargan una Biblia bajo el brazo”. Sino por individuos que vivimos con el propósito de ser de beneficio a aquellos que tenemos a nuestro derredor. Personas que no somos una carga al gobierno, sino que enriquecemos el lugar donde vivimos. Jesucristo no dijo que venía para ser servido, sino para servir.
Piénsalo:
¿Cómo puedes demostrarles a las personas que eres un creyente?
¿Estás dispuesto hoy a servir, ayudar o sacrificar algo por los demás?
