ENRIQUECE A OTROS
Más bienaventurado es dar que recibir. Hechos 20:35 (RV 1960)
Lo correcto es vivir bendecidos, pero también ser de bendición a otros.
Hay personas que saben más que yo, tienen más que yo, y predican mejor que yo, los cuales me enriquecen con su amistad. Otros que están a mi mismo nivel y somos edificados mutuamente, pero otros que saben menos y tienen menos que yo, a quienes tengo la oportunidad de enriquecer con mi vida ayudándolos a que también puedan tener éxito y logren dejar un legado de bendición a los suyos.
Lo que importa es que tus asociaciones tengan la misma pasión y los mismos valores. El punto no es que seas un pedante que desprecias a algunas personas, sino que seas alguien que amas a todo ser humano y que a la vez sepas como apartarte de aquellas personas que te pueden llevar al fracaso y aprendas como relacionarte con quienes te pueden ayudar y con aquellos a los cuales tú puedas enriquecer. Todos necesitamos relaciones sanas que influyan sobre nosotros y otras sobre las cuales nosotros podamos influir para bendecirles.
Si no perteneces a un grupo donde tenga asociaciones que te ayuden a crecer de forma regular, te aconsejo que busques una buena iglesia, cuyas bases estén fundamentadas en la Biblia, que sea saludable, visionaria, para que te reúnas allí y desarrolles relaciones positivas y enriquecedoras que te llevarán a tener una excelente vida no solo espiritual sino también en tu familia y en tus finanzas.
Más bienaventurado es dar que recibir. Hechos 20:35 (RV 1960)
Piénsalo:
¿Tienes un mentor que te enriquece y te hace crecer constantemente?
¿Cómo puedes enriquecer a otros en este día con los dones o habilidades que Dios te dio?