QUIEN NO ENRIQUECE, SE EMPOBRECE
Parte 2
He aquí algunos pasos que considero que nos pueden ayudar para que Dios siempre nos lleve en aumento:
VIVE REAL
Reconoce lo que tienes y lo que no tienes.
Aprecia y trabaja con los dones que el Creador te ha dado.
No trates de imitar a otros. El Señor desea y espera que enriquezcas el pedacito de mundo que te ha confiado en la pequeña porción de tiempo que representa tu vida.
Eres importante y vales lo mismo que los demás, independientemente de tus talentos.
VIVE CONTENTO
El estar contentos nos traerá una vida llena de agradecimiento por lo que tenemos y nos motivará a esforzarnos por seguir multiplicando nuestros talentos en el hogar o en el trabajo, disfrutando como si viviéramos continuamente en un banquete.
Contentamiento no es lo mismo que la satisfacción que tiende a producir pereza, debemos vivir contentos pero siempre deseando ir creciendo en todas las áreas de nuestra vida. Satisfechos… nunca; contentos… ¡siempre!
Piénsalo:
¿De qué manera has estado enriqueciendo la porción que Dios te ha confiado?
¿Hay algo el día de hoy por el cual puedes estar agradecido con Dios y con los que te rodean?
Continuará…