CREADOS PARA AMAR A OTROS
Dios te ama a ti pero también ama a otros.
Algunos dicen “Yo puedo amar a Dios sin ir a una iglesia”. Claro que sí. Puedes ir a la montaña tu solito y hablar con Dios. Pero no puedes amar a otros estando solo en una montaña.
Esta vida es una práctica para que podamos amarnos todos en el cielo.
Dios quiere que amemos aún a las personas difíciles, no sólo a las que nos agradan. Quiere que amemos a las personas reales, no sólo a las personas ideales. Convivir con los que amamos es una cosa, pero amar a los que conocemos es otra historia.
Todos nos necesitamos en esta vida. Nadie puede tener éxito verdadero de forma solitaria.
Nos pertenecemos los unos a los otros y nos necesitamos los unos a los otros.
Piénsalo:
-¿Te has sentido solo alguna vez? ¿Qué provocó en ti el sentirte solo?
-¿Puedes amar a Dios sin amar a las personas?
-¿Cómo puedes demostrar amor a la familia de Dios?