Después de todo…

DESPUÉS DE TODO…

Al pensar con calma el siguiente versículo tendrás una sensación de paz y sentirás que tienes menos cosas de que preocuparte en este día.

Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. 1 Timoteo 6:7 NTV

Después de todo, sólo somos administradores de lo que Dios nos ha encargado mientras pasamos por este breve período de tiempo en el mundo.

El que más debe preocuparse es el dueño, no el administrador. Así que no tomes el lugar del dueño, sino la responsabilidad del administrador.

Esfuérzate por ser un buen y fiel administrador de “tu” familia, tu tiempo, tus dones, tu dinero, tu empresa, tus estudios, tu ministerio y tus discípulos, pero recuerda que no eres el amo, sino el mayordomo.

Debemos tomar con cuidado las palabras “tu” o “tus”, ya que éstas no deben hablarnos de posesión, sino de administración.

Piénsalo:

¿Qué área de tu vida te tiene estresado por estar actuando como dueño?
¿Qué asunto necesitas entregarle a Dios?