LA TENTACIÓN
– Primero, debes entender que la tentación nunca desaparecerá de tú vida mientras estés en este mundo.
Esto te ayudará a no sentirte como un caso sin esperanza o creerte un santo perfecto, porque todo ser humano es tentado.
– Segundo, no le busques “ruido al chicharrón”.
Una cosa es ser tentado, y otra es buscar problemas intencionalmente al provocar situaciones en las cuales eres más propenso a caer.
Si eres un ex alcohólico, evita los ambientes donde te sientes en peligro de reincidir. Si eres una persona muy depresiva, no escuches música sentimental que te va poner peor. ¡No le busques tres pies al gato!
– Tercero, si la tentación progresó y se convirtió en un pecado, entonces necesitas reprender y hacer correcciones.
Mientras estés en este mundo, serás constantemente tentado a los diez mandamientos, y muchas veces pecarás consciente e inconscientemente. Sin embargo, no debes hacerte “conchudo(a)”, sino más bien, intencionalmente trata de no provocar la tentación; así tendrás menos estrés, y más paz y alegría.
Piénsalo:
¿Cómo has manejado la tentación en tú vida?¿La has acariciado o la has rechazado?
¿Cuáles correcciones necesitas hacer para alinearte con Dios?