NO DESCUIDES TU PROPÓSITO
Propósito, dedicación y disciplina.
Es muy fácil perder de vista el propósito para el cual naciste cuando estás en medio de tanta ocupación en tu mundo o con tanta actividad en estas épocas navideñas.
1. Recuerda que tus dones no son un accidente.
Los recibiste intencionalmente de parte de Dios con un propósito.
No eres un accidente en esta vida. No te dejes desviar de tu asignación, la intención original para la cual el Señor te puso en esta tierra y te dio ciertos dones o habilidades.
La Biblia dice “…No descuides el don espiritual que recibiste…”
2. Practica la dedicación.
Para progresar en cualquier cosa que vale la pena es necesario ser una persona dedicada. Por ejemplo, aplícate de lleno a tus estudios hasta graduar, cuida tus discípulos hasta verlos crecer, esfuérzate a cuidar tu alimentación para tener una buena salud, etc.
3. Recuerda la disciplina.
Ten mucho cuidado de cómo vives… Mantente firme en lo que es correcto por el bien de tu propia salvación …. 1 Timoteo 4:16 NTV
Desarrolla las disciplinas necesarias para el éxito y mantente firme.
Sigue orando en tu cita diaria con Dios.
Sigue comiendo más saludable, ejercita un poco, apaga la televisión y acuéstate media hora más temprano.
Sigue cuidando las buenas relaciones en tu hogar, el trabajo o la escuela.
Sigue usando un presupuesto para administrar bien tus finanzas.
Propósito, dedicación y disciplina.
Piénsalo:
¿Alguna vez has sentido que te has desviado del propósito de Dios para tu vida? ¿Qué cosas te han desviado de tu asignación?
¿Cuáles disciplinas tienes que ir ejercitando para cumplir el plan que Dios tiene para ti?