PEZ EN EL VIDRIO O ACTO DE FE
Una noche fui testigo de un accidente automovilístico en un lugar un poco solitario y oscuro. Aunque unos pocos carros pasaban por ahí, sólo yo me paré a ver cómo podía ayudar a las personas.
Frecuentemente a las personas que no van a la iglesia se les hace muy difícil tener más fe en Dios cuando miran a muchas personas que se llaman “cristianas”, que se dicen creer en Él, pero los miran viviendo el mismo estilo de vida de los que no le conocen.
La mujer que manejaba uno de los carros tenía un letrero en el vidrio trasero que anunciaba una iglesia muy conocida aquí en la ciudad, así que me fue fácil hacerle plática y mantenerla calmada en ese momento difícil del accidente. Pero en el momento en que el chofer de la grúa le dijo que su carro no serviría más por los daños ocurridos, entonces ella sacando un cigarro de su vehículo comenzó a preocuparse mucho y maldecía con palabras vulgares.
Entiendo que era un momento de estrés. Es en esos momentos de presión que mostramos lo que en verdad tenemos dentro, se revela nuestra verdadera fe.
Yo no traía un letrero en mi vehículo. Solo me paré a auxiliarlos. Le ayudé pagándole parte del costo de la grúa porque ella no traía dinero. Les pregunté sus nombres y les ofrecí que estaría orando por ellos, espere hasta que ambos se fueron y ella se subió a la grúa y entonces continué mi camino a casa.
Espero que hayan visto mi fe por mis acciones.
No podemos decir que hemos aprendido algo si no lo practicamos. Tampoco podemos decir que creemos algo si no lo vivimos.
Piénsalo:
¿Qué podrías cambiar en tu forma de vivir, hablar, o tratar a la gente para mostrar tu fe con acciones