A VECES SE LLORA EN PRIVADO
Habrá ocasiones en las que necesitarás llorar en privado y luego volver a tomar cargo de tus responsabilidades.
Habrá veces cuando no todos comprenderán tu dolor, tendrás que llorar en privado y luego lavar tu rostro para salir a hacer tus labores cotidianas.
Habrá tiempos en los que el líder no puede darse el lujo de llorar en público y desanimar a quienes dependen de él. El pastor debe animar a sus feligreses. El padre debe animar a sus hijos. El jefe debe animar a los trabajadores de su organización. Pero, esto no quiere decir que tendrás que guardar o ignorar tu dolor, sino que será mejor descargarte en privado con el Señor para que Él te fortalezca.
Llorar en privado, no significa esconder algo o reprimir un sentimiento, se refiere a descansar en Dios para que Él te otorgue la sabiduría para superar la situación que estás pasando, el desgaste emocional, las experiencias fuertes de la vida o el proceso hacia la madurez que estás atravesando.
El esposo da seguridad a la esposa cuando después de llorar juntos recuperan la compostura, se re-enfocan en la visión de su familia, y luego dicen: “Sigamos adelante. Todo estará bien”.
Piénsalo:
¿Cómo has manejado tus dolores últimamente? ¿Te has refugiado en Dios o te has descontrolado?
¿Cuál persona consideras confiable? ¿Con quién puedes rendir cuentas y compartir tus luchas?