ANÍMATE, NO ESTÁS SOLO
Jesús afirma que nunca estarás solo. El Espíritu Santo ha sido enviado para que seas consolado, guiado, fortalecido, y animado para que puedas seguir adelante en tu matrimonio, trabajo o con tus estudios.
Hay personas que ven los problemas como el final de sus vidas, pero el dolor no es para siempre, la enfermedad, la pobreza, las aflicciones en el matrimonio, con los hijos, no son para siempre. Si pones tu confianza en Dios, tarde o temprano Él se hará cargo de todos tus problemas. Anímate, no estás solo.
Es una promesa de parte de Dios que, detrás de una tormenta hay un sol que brilla, que al terminar la aflicción viene una bendición que le dará la gloria al Señor. No se compara la crisis a la bendición que ha de manifestarse al final (2 Corintios 4:17).
Yo, personalmente, estoy muy agradecido por la ayuda del Espíritu Santo en un mundo lleno de retos, incertidumbres, problemas sociales, pruebas y tristezas. La única manera de conservar mi paz es confiando en la ayuda del espíritu de Dios.
Jesús aprovechó el momento de una crisis para tomar un tiempo de descanso mientras los discípulos, quienes habían perdido el control de la barca en la que navegaban se afligían pensando que morirían.
No se trata de acostarse a dormir en las crisis, sino que Dios te da la sabiduría para salir de ellas mismas y esto te hace descansar (Mateo 8:24-26). El Señor es más grande que tu tormenta. Anímate, no estás solo.
Piénsalo:
¿Qué situación preocupante había estado cargando tu corazón?
¿Qué puedes aprender de Jesús durante la escena de la tormenta?
¿Cómo puedes tomar ventaja de la situación que estás pasando?