Que se encargue la justa ira de Dios

QUE SE ENCARGUE LA JUSTA IRA DE DIOS

Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos. Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de Dios. … Romanos 12:18-19 NTV

Tenemos dos opciones cuando alguien nos hace mal y traicionan nuestra confianza, cuando nos levantan falsos, cuando arruinan nuestra reputación y nos critican. Podemos sacarnos la espinita nosotros mismos o dejar lugar a la ira de Dios.

Recuerda que el Señor no hará necesariamente lo que tú quisieras que haga, porque la ira de los hombres es injusta, maliciosa y llena de resentimiento, sin embargo, la ira de Dios es justa y santa.

Dos puntos que debemos comprender para dejar que Dios haga justicia:

1. Las ofensas son inevitables
Mientras estemos en esta tierra y en este cuerpo físico, experimentaremos ofensas y golpes en la vida. Por lo tanto, debemos perdonar inmediatamente, porque el perdón no es un sentimiento, sino una decisión que nos corresponde tomar por nuestro propio bien y el bien de los demás.

2. Los ofendidos pierden
Existen tres razones por las cuales podemos tropezar en las ofensas. Puede ser por injusticia, porque el Señor está tratando con nuestro corazón o por la desobediencia. Al final, no importa cuál sea la razón, tu pierdes si te ofendes.

La persona que te corrige, no tiene la culpa si tú te ofendes ni mucho menos Dios. Si estás ofendido, es porque aún no has muerto al “yo” o quizás por alguna injusticia verdadera, de todos modos, no desperdicies la oportunidad de madurar y disfrutar tu vida. Suelta a aquellos que te han dañado y deja que el Señor tome venganza.

Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de Dios… Romanos 12:19 NTV

Piénsalo:

¿A quién necesitas soltar y dejar lugar a la ira de Dios?
¿Cómo puedes ser libre del enojo o la tristeza que produce la ofensa?