¿Quejumbrosos o inspiradores?

¿QUEJUMBROSOS O INSPIRADORES?

¿No te dijimos que esto pasaría cuando aún estábamos en Egipto? Te dijimos: “¡Déjanos en paz! Déjanos seguir siendo esclavos de los egipcios. ¡Es mejor ser un esclavo en Egipto que un cadáver en el desierto!” Éxodo 14:12 NTV

Las personas ante el peligro tienden a quejarse y buscar culpables. Aquí el pueblo le estaba reclamando al líder, a Moisés, porque los había sacado de Egipto.

Sin embargo, el líder o el mentor siempre debe re-enfocar a las personas en las promesas de Dios. Debe traer paz a los corazones de los integrantes en su equipo. Debe inspirarles fe y animarles a seguir soñando.

Pero Moisés les dijo:

—No tengan miedo. Sólo quédense quietos y observen cómo el Señor los rescatará hoy. Esos egipcios que ahora ven, jamás volverán a verlos.  El Señor mismo peleará por ustedes. Soóo quédense tranquilos. Éxodo 14:13-14 NTV

La mayoría de nosotros no queremos morir, sino que queremos vivir…la pregunta es, ¿Por qué? El Señor no nos da más vida para seguir viviendo como quejumbrosos. Él nos da más vida para vivir como inspiradores que están enfocados en la asignación que nos ha confiado.

Somos la sal de la tierra y la luz del mundo. Somos quienes inspiran, motivan y fortalecen a los demás que nos rodean. Tenemos la palabra clave para levantar al caído y sanar al quebrantado de corazón.

A pesar de las circunstancias difíciles que estemos pasando, recordemos que Dios se encarga de nosotros. A veces es en medio de los dolores temporales que podemos consolar a los demás de una forma más profunda y más genuina. ¿Sabes por qué? Porque la grandeza de Dios se hace evidente en ti cuando puedes seguir sonriendo y sirviendo a las personas de todo corazón, aunque estés pasando por el fuego.

No seas de los que se quejan, sino de los que inspiran.

Piénsalo:

¿Cuáles situaciones te han querido convertir en un quejumbroso?
¿Qué puedes hacer diferente para tomar tu lugar como un inspirador que le alegra la vida a los demás?