El encargo del señor

EL ENCARGO DEL SEÑOR.

Antes de que Jesús ascendiera al cielo Él nos encargó la Gran Comisión. Aquí podemos ver que es nuestra asignación y responsabilidad cuidar a los nuevos creyentes. Este encargo debe ser nuestro enfoque primordial, porque es la urgencia de Dios que cuidemos lo que Él más ama.

1.- CUIDEN DE LAS PERSONAS NUEVAS (1 Pedro 5.2)
Debemos cuidar a las nuevas personas con gusto, no de mala gana ni por el beneficio personal. Recordemos que las almas son de Dios y no de nosotros. Las almas deben ser tratadas como personas y no como otro número o beneficio egoísta para la CDP, red, o iglesia.

2.- BUSQUEN EL BENEFICIO DE LAS PERSONAS (1 Pedro 5.2)
Una persona no estará interesada en Dios y su enseñanza hasta que sepan cuanto nos interesan ellos como personas. Nuestros intereses no deben de estar divididos, sino unidos para que la gente sea beneficiada como dice el mayor interés de nuestra misión: formar líderes de éxito en la vida espiritual, familiar, social, y financiera.

Nuestra función como líderes de CDP es extender el cuidado pastoral. Nuestro liderazgo no es como la del mundo y es importante imitar a nuestros padres espirituales que imitan a Jesús para extender correctamente el corazón de Dios.

4.- DESCANSA SABIENDO QUE DIOS CUIDARÁ DE TI (1 Pedro 5.7)
Dios no nos pide más de lo que podamos hacer, sino que a veces nos cargamos de preocupaciones, tareas y ansiedades humanas que no tienen que ver con el plan de Dios para nuestras vidas (1 Pedro 5:8).
Aprendamos a descansar en Dios y recordemos que este llamado solamente lo podemos cumplir con el Señor. Dejemos que Él nos use y quitémonos toda carga pasajera.

Piénsalo:

¿Qué puedes hacer esta semana para cuidar las personas que Dios te ha confiado, sea tu familia o tu familia espiritual?