HAZ QUE LAS COSAS MALAS OBREN PARA BIEN
Los primeros cristianos sufrieron mucha persecución al punto que los sacaban de sus casas para meterlos a la cárcel. A pesar de esto, ellos decidieron usar el sufrimiento para extender aún más la iglesia de Jesús y llevar el mensaje de esperanza aún a más personas en el mundo.
Cuando pases por experiencias difíciles, piensa cómo podrías usarlas para animar y consolar a otros que pudieran estar pasando por lo mismo. Tus sufrimientos no son en vano, lo que el enemigo quiso usar para destruirte, Dios por su gracia, lo puede usar para construirte y hace que obren para tu bien.
No te deprimas ni te desanimes si has perdido algo o a alguien. ¿Quién mejor que tú para comprender y orar por otra persona que está pasando por el duelo, el divorcio o la pérdida de un empleo? No bajes la guardia, ni dejes que el enemigo se salga con la suya. Mira el ejemplo de Jesús cuando fue crucificado. Él tuvo que morir para salvarnos y darnos vida eterna, sin embargo, al final él resucitó al tercer día, porque venció la muerte.
Así como Jesús venció, tú también eres un vencedor. Su pasión por nosotros sobrepasó su dolor momentáneo y obró para bien. Mientras estemos en este mundo los problemas no se acabarán, en cambio, levántate y haz que tu sufrimiento obre para bien en tu vida y en las vidas de los demás.
Piénsalo:
¿Cómo puedes ayudar a otros a través de tus experiencias?
¿Qué situación estás pasando en este momento que puede servir de testimonio para alguien más?