LOS DESMORALIZADORES Y LOS ANIMADORES
Dos grupos de personas pueden ver la misma situación y responder de forma diferente. Unos con miedo y otros con fe. Unos pueden animar, mientras otros pueden desmoralizar. En el pasaje anterior vemos el resultado de las malas noticias que reportaron diez de los doce espías que fueron enviados a explorar la tierra prometida. Los israelitas se desanimaron al escuchar que había gigantes que podían dominarlos, pero Moisés exhortó al pueblo de Israel y les dijo que no tuvieran miedo.
Siempre habrá gente negativa en el trabajo y la escuela, los “desmoralizadores” que te dirán: “no se puede”. “Tu asunto familiar no tiene remedio”. “De esa enfermedad murió mi tío”. “No podrás salir de tus deudas, resígnate”. “El alcoholismo es una enfermedad, tendrás que sufrir toda tu vida”. “No puedes abrir una cuenta de ahorros porque no tienes papeles”.
Sin embargo, gracias a Dios que también encontrarás a otro grupo de personas de fe que se identifican como los “animadores”. Este tipo de personas ve los mismos gigantes, pero sabe que todo lo puede en Cristo que los fortalece y su fe lo impulsa a conquistar su tierra prometida. Únete a personas como estas que te inspiran y aléjate de los desmoralizadores, porque ellos solamente van a demorar la voluntad del Señor para tu vida.
Busca una buena iglesia y únete a una Casa de Paz donde encuentres animadores, personas de fe, que creen más en las promesas del Todo Poderoso que en las noticias negativas de la televisión.
Piénsalo:
¿Qué tipo de persona eres tú, animador o desmoralizador? ¿Cómo lo sabes?
¿Qué tipo de amistades tienes?