Site icon Pastor Guillermo Jiménez

Una persona diferente a la multitud

UNA PERSONA DIFERENTE A LA MULTITUD

Al bajar Jesús por la ladera del monte, grandes multitudes lo seguían.  De repente, un leproso se le acercó y se arrodilló delante de Él.—Señor —dijo el hombre—, si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio. Mateo 8:1-2 NTV

La Biblia cuenta que grandes multitudes seguían a Jesús, pero sólo una persona se atrevió a sacar un milagro. Sin embargo, siempre hay alguien con fe que no se conforma con lo mismo que los demás.

Este leproso hizo varias cosas que la multitud no hacía.

1. Creyó a pesar de la multitud.
El leproso decidió creer en Jesús por encima de la gente y la crítica. Muchos sólo escuchaban, pero no tenían su fe activada. Dios anhela que tu también le puedas creer en este momento de tu vida. Tu fe tiene el potencial de provocar un milagro en ti, así como pasó con este leproso. ¡Tú no eres una excepción!

2. Actuó sobre lo que creyó.
La Palabra dice: De repente, un leproso se le acercó y se arrodilló delante de Él. Mateo 8:2 NTV
No es solamente creer en Dios, sino que también debes acercarte a Él en oración, leyendo las escrituras, asistiendo y sirviendo en tu iglesia. El leproso tomó la iniciativa y se acercó. No te aísles del Señor ni la Iglesia, solamente puedes recibir lo que está en el lugar al que te acercas. Si le das mucho de tu tiempo a la televisión sólo recibirás las malas noticias, la violencia y los dramas familiares que son tan comunes ahora en día. En cambio, si te acercas más al Padre Celestial, recibirás más de lo que hay en Él, tu milagro.

3. Pidió con un corazón sincero.

—Señor —dijo el hombre—, si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio. Jesús extendió la mano y lo tocó. —Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció. Mateo 8:2-3 NTV

Aunque Dios ya sabe lo que tú necesitas, Él no se enoja porque tú se lo pides. De hecho, Él quiere que le pidas, porque a Él le llena el corazón bendecirte. La Biblia claramente dice: pidan y se les dará (Mateo 7:7).
Por lo tanto, debes saber pedir bien. Todo lo que tú le pidas a Dios necesita estar de acuerdo a Su voluntad, porque eso es lo que Él considera bueno. Es por eso que la Palabra también menciona: piden y no reciben, porque piden mal (Santiago 4:3).

Piénsalo:

¿Qué estás haciendo para ejercitar tu fe?
¿De qué forma procuras acercarte más a Dios? ¿Estás sirviendo más en tu iglesia, orando más, y leyendo más tu Biblia?

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