CUIDA TU BOCA, USA TUS OÍDOS
La verdad es que las personas prudentes desarrollan el arte de escuchar. La gente ruda e imprudente habla, habla y habla y frecuentemente se mete en problemas por ello. Dios nos dio dos oídos y una sola boca para oír más y hablar menos.
“Las palabras del justo son como la plata refinada…” (Proverbios 10:20 NTV) o sea, que el sabio refina sus pláticas al escoger sus palabras para hablar más sustancia con menos palabras.
La Biblia también dice:
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Esto se refiere a que hay personas con quienes disfrutas conversar, pero hay otros con los que tienes hasta temor reunirte, porque te desgastan con sus pláticas en vez de animarte.
Hay quienes hablan mucha queja, críticas, negatividad, o simplemente casi siempre están hablando de su “yo”, les gusta ser el centro de atención. ¿Verdad que no disfrutarías estar con alguien así? Entonces, recuerda que las personas en tu casa o en tu trabajo tampoco lo disfrutan cuando tú eres así.
Habla menos, escucha con más empatía y cuando hables… anima a otros con tus palabras. (Incluyendo a tu esposa(o) e hijos(as)).
Piénsalo:
¿Te consideras alguien que sabe escuchar a los demás? ¿Por qué?
¿A quién necesitas escuchar más?