La sanidad divina

LA SANIDAD DIVINA

“Más Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5 RV60).

El fundamento de la sanidad divina es una parte integral del evangelio. La liberación de la enfermedad fue provista a la humanidad por medio del sacrificio de Jesucristo en la cruz al ponerse en nuestro lugar por nuestros pecados, y es un privilegio para todos los que creen en Jesús como Señor y Salvador.

Cuando Jesús vino a la tierra, Él proclamaba que el Reino de los cielos se había acercado a la tierra, y en el Reino de Dios no existe la enfermedad, por eso Jesús lo que hacía era sanar a aquellos oprimidos por la enfermedad física y del alma. Él sanó a muchos y encomendó a sus discípulos para hacer lo mismo, hoy día esa encomienda y ese poder se nos fue delegado a nosotros también, así que, en el nombre de Jesús todo enfermo puede ser sano.

1.- ¿Qué es la sanidad divina?
Jesucristo, a través del sacrificio de la cruz vino a traer provisión de sanidad para nuestros cuerpos. La voluntad de Dios es que tengamos salud y que no estemos enfermos. La enfermedad se convierte entonces solamente en una oportunidad para experimentar el poder sanador de Dios.

2.- ¿Cómo entró la maldición de la enfermedad en la humanidad?
Entró en el momento que el ser humano pecó, y fue allí que perdió la bendición y la protección de Dios. Por lo tanto, en la cruz Jesús lidió con esta maldición de forma total.  Por medio de su sacrificio los que creemos en Él podemos ser sanos y libres.

“Pero Cristo prefirió recibir por nosotros la maldición que cae sobre el que no obedece la ley. De ese modo nos salvó. Porque la Biblia dice: Dios maldecirá a cualquiera que muera colgado de un madero” (Gálatas 3:13 TLA).

3.- Es la voluntad de Dios sanar a Su pueblo?
Dios puede y quiere sanarnos. En Marcos 1:40-42, Jesús declaró su voluntad para sanar a los enfermos. El leproso estaba convencido de que Jesús podía curarlo, sin embargo, no estaba seguro de que Jesús quisiera hacerlo. El problema fue solucionado al decir la siguiente respuesta, “Quiero, sé limpio”.

4.- Qué debemos hacer para recibir nuestra sanidad?
Creer con todo el corazón lo que Dios ha dicho en su Palabra.

“Pues si creemos de todo corazón, seremos aceptados por Dios; y si con nuestra boca reconocemos que Jesús es el Señor, Dios nos salvará” (Romanos 10:10 TLA).

Piénsalo:
¿Qué significa la sanidad divina?
¿Cómo puedes recibir tu sanidad?