Vemos en las noticias constantemente personas que se dan por vencidas y les da lo mismo vivir o morir. Hace aproximadamente dos semanas apareció la noticia de un conocido jugador de fútbol americano que perdió la esperanza y se colgó muriendo en el instante. Se dio por vencido.
Quizás has observado en los medios de comunicación los funerales de artistas y deportistas famosos que ganaban trofeos en el campo de juego junto con millones de dólares pero que perdieron el juego de la vida suicidándose. Se dieron por vencidos.
Las personas sin esperanza tienen el peligro de caer en el desánimo y los pensamientos trágicos.
David sabía a quién recurrir en sus momentos difíciles y le decía a Dios que confiaba en Él.
No caigas en la desesperación por la depresión que te ha querido atacar, ni por los problemas que te parece que se empeorán. Mejor haz lo que hacía David:
“¡Alaben al Señor! Pues él oyó que clamaba por misericordia. El Señor es mi fortaleza y mi escudo; confío en Él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias”.Salmo 28:6-7 NTV.
1.Ora a Dios.
2. Confía en Dios.
3. Llénate de alegría. Con cosas bellas de la vida y con personas agradables.
4. Canta. Entona todas las canciones cada domingo en tu iglesia, sean tus preferidas o no, sientas o no sientas, ¡sólo cántalas! Pon música de fe en tu carro y en tu casa.
Piénsalo:
¿Quiénes son aquellos gigantes en tu vida que te han querido desanimar?
¿Qué canto puedes alzar al Señor a fin de declarar la victoria?