Site icon Pastor Guillermo Jiménez

El Discipulado Responsable

EL DISCIPULADO RESPONSABLE

 Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.  Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos” (Mateo 28:19-20 NTV).

En la Biblia aprendemos sobre un personaje llamada Ester. Dios la puso en lugares de influencia y le dio favor con el rey para que salvara al pueblo judío de una exterminación. Por lo tanto, nunca se le olvidó porque Dios le había dado influencia; la Palabra nos enseña que ella tuvo que esconder su identidad judía, porque los judíos no eran aceptados en Persia, pero aun así ella arriesgó su vida, posición y reputación por la salvación de su pueblo. Durante nuestro caminar con Dios, a veces nos olvidamos la razón por la cual Dios nos ha dado influencia. Recordemos que en esta tierra estamos para cumplir un propósito celestial destinado en un tiempo específico que solamente nosotros podemos lograr. Hoy vamos a aprender sobre el discipulado responsable, que es durable para toda la vida y lo que necesitamos para sostenerlo en nuestras vidas.

1.- Carácter de Cristo
“La fe refleja el carácter.” El carácter no se debe de confundir con el temperamento. Los temperamentos son heredados de los padres, pero el carácter de Cristo es formado en nosotros. El carácter es: como uno reacciona cuando está bajo presión o cuando está pasando o enfrentando una situación difícil. Es necesario que el carácter sea probado, porque sólo de esta forma se puede afinar y parecer más a Cristo.

Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros” (2 Timoteo 2:2 NVI).

2.- Fe, Amor y oración.
La fe es el ancla que nos guarda y que nos lleva a nuestro propósito para cumplir nuestra misión, y ser personas exitosas. El amor es cuando vemos a las personas como Dios los ve. Es ver a nuestros hijos o familiares, no convertidos como quienes son en el Señor, entendiendo que la verdad sobrepasa la realidad que vemos en lo natural. La oración debe ser lo primordial en nuestras vidas e iglesia, porque es allí donde damos a luz a muchas respuestas, y de rodillas ganamos las batallas más grandes. La oración es el fundamento que sostiene y activa la iglesia; es lo que trae la intervención repentina de Dios.

“No he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones.  Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor” (Efesios 1:16-17 NVI).

3.- Renovar nuestra mente.
No es en la mente del hombre que seremos renovados si no en la mente de Cristo. La mente de Cristo se forma en el ser humano cuando aprende a recibir “fe” a través de su espíritu, y no su razonamiento. El hombre razona que el obtener el carácter de Cristo es un proceso lento, ¡Cuando Dios espera que nosotros tomemos la decisión de actuar y pensar como Cristo ahora!

Piénsalo:

¿Por qué es importante tener estas cualidades como discípulo?
¿Cuáles de estos requisitos necesitas mejorar en este día?

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