EL PECADO ES ATRACTIVO, PERO CAMBIA LAS COSAS
El pecado es engañoso. Puede que te alegre por un momento, pero luego te llena de sufrimiento.
Seamos francos, los pecados no se presentan con apariencia de tragedia y muerte, no se ven como algo trágico; muchas veces son atractivos, se siente bonito hacerlos. Son muy populares porque al fin y al cabo todo mundo los hace; la tentación se presenta como algo que te produce placer (al menos momentáneamente). Sin embargo, la verdad se encuentra en las consecuencias.
Amnón creía que estaba enamorado de su media hermana Tamar, pero en realidad tenía una obsesión pecaminosa que lo llevó a cometer el crimen de la violación. Lo interesante es que la Biblia dice que de inmediato el pecado cambio el amor en odio.
El sexo en el matrimonio se supone que debería ser algo sagrado y placentero, pero este pecado de fornicación trajo dolor a la muchacha, a su padre, a su hermano, y causaría en el futuro muertes en la familia.
El pecado se te presentará como algo atractivo esta semana, pero piénsalo dos veces, mira más allá del placer momentáneo, recuerda que al final te traerá muchas consecuencias dolorosas.
La Palabra dice que:
Debemos estar conscientes a diario de que hay cosas que hacemos que nos parecen placenteras, pero que al fin de cuentas pueden llevar personas a la tumba, matrimonios al divorcio, amigos a las cortes y gente inocente a los hospitales.
Otra versión bíblica dice:
Piénsalo dos veces. El pecado no es lo que parece. Las cosas cambian…
Piénsalo:
¿Te has dejado llevar por algo atractivo, pero no conveniente para ti?
¿Cómo puedes evitar consecuencias dolorosas en la vida?