EL PROPÓSITO DE LAS PRUEBAS
Las pruebas no llegan a nuestra vida por casualidad o simplemente por hacernos pasar un mal rato; Dios permite que pasemos por dificultades muchas veces porque desea formar algo en nosotros, formar nuestro carácter o quitar algún mal hábito de nosotros. Si de algo podemos estar seguros es que tarde o temprano nuestra fe será probada. La pregunta es, ¿por qué?
1. Porque nos empuja a hacer cambios positivos.
El Señor no cambiará las circunstancias; cuando pasamos por una prueba él quiere tratar con nosotros y es a través de los problemas que pasamos que logramos crecer haciendo los cambios necesarios.
2. Porque nos ayuda a ejercer nuestros sentidos espirituales.
Esto se logra a través del ejercicio de la fe, la oración, el ayuno y la lectura de la Biblia. Dios espera que le creamos a Él en medio de la prueba.
Por más que tratemos de evitar los problemas y las pruebas son cosas que nos acompañarán el resto de nuestra vida. La diferencia está en quien es el que nos ayudará a pasar por ellas. Nosotros decidimos si queremos tener a Jesús como nuestro ayudador o si queremos luchar con nuestras propias fuerzas. ¿Qué decidirás en este día?
Piénsalo:
¿Cómo te puede beneficiar la lucha que estás atravesando en este momento?
¿Cuáles sentidos espirituales puedes afilar durante las pruebas que pasas en la vida?