Site icon Pastor Guillermo Jiménez

La bendición es para los hijos

LA BENDICIÓN ES PARA LOS HIJOS

“Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, no quiso que nadie lo supiese; pero no pudo esconderse. Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se postró a sus pies.  La mujer era griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio. Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.  Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos.  Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija” (Mateo 7:24-29).

La Biblia nos habla de la historia entre el Señor Jesús y una mujer que no era judía que llegó desesperada pidiendo su ayuda para que sanara a su hija que estaba oprimida por el diablo. El Señor en ese momento pareció indiferente a su necesidad, pero en realidad estaba enseñando que, para recibir las bendiciones del cielo, es necesario primero dejar de ser creación y convertirnos en sus hijos. Para ello debemos entender las siguientes verdades.

1. DIOS NOS AMA Y TIENE UN PLAN MARAVILLOSO PARA NUESTRAS VIDAS
Cuando Dios creó al hombre quería que fuera feliz, que tuviera acceso directo con El y que administrara el resto de su creación; pero el hombre pecó y esto produjo la separación entre ambos.

Por lo tanto, Dios tenía un plan para rescatar al hombre y envió a su hijo a morir por la humanidad para hacer un puente que uniera de nuevo la relación de Dios con su amada creación.

2. TODOS HEMOS PECADO Y ESTAMOS SEPARADOS DE DIOS.
El pecado es la separación entre Dios y el hombre, que se originó en Génesis 3 cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios. El pecado es el rechazo de parte del hombre de hacer la voluntad del Señor y hacer la propia. Es elegir un camino opuesto, buscando sólo la satisfacción personal, sin tomar en cuenta al Padre. ¿Tomas en cuenta a Dios en tu vida? ¿Buscas agradarle o agradarte a ti mismo?

“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23 NVI).

3. JESUCRISTO ES LA ÚNICA FUENTE DE SALVACIÓN.
Jesús es el único camino para reconciliarnos con Dios, tener paz y disfrutar de una vida abundante. No hay otro camino para volver a Dios, Él es el puente que nos une con el Padre celestial.

“―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí” (Juan 14:6 NVI).

Existe un plan maravilloso para cada persona en la tierra, y para cumplir ese plan es necesario dar un paso muy importante y es reconocer que necesitamos de Dios y un cambio en nuestras vidas. Ese cambio se produce a través de Jesucristo quien es la salvación para todas las personas.

Piénsalo:

¿Por qué es necesario convertirte de creación a hijo?
¿Cómo puedes convertirte en un hijo(a) de Dios?

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