SIGUE PREDICANDO
Jeremías era un gran profeta que predicaba la Palabra del Señor, sin embargo, a causa de hacer este bien fue metido a la cárcel. Entró en una frustración tan profunda que comenzó a maldecir el día en que nació. Jeremías estaba enojado y no entendía porque tuvo que ser castigado al obedecer a Dios.
Hay veces que en tu propia familia no aceptan que hables acerca de Jesús, y quizás te sientes como Jeremías. Al igual que el profeta, cuando alguien está enojado, deprimido o amargado no solamente se siente mal, sino que empieza a maldecir a todos a su alrededor y le quita la paz a todo mundo. Por lo tanto, debemos de seguir predicando el evangelio de Jesucristo, y aquí hay algunos motivos que describen porqué es importante hacerlo.
1. Porque es un mandato de Dios.
La Biblia dice, vayan y prediquen. ¿A quién? A toda la ciudad de Las Vegas, a toda tu familia, a todas las naciones en la faz de la tierra. Para esto nos salvó Dios Padre, para que fuéramos portadores de Su gloria, y así todos conozcan quien es el Señor.
“Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura” (Marcos 16:15 NVI).
2. Porque hay necesidad.
Hay una necesidad muy grande en el mundo, y es por eso que Dios quiere que sigas predicando la solución, la vida, la verdad y la esperanza gloriosa que está en Jesucristo.
Es la responsabilidad tuya y mía predicar con nuestras palabras y con nuestro ejemplo. Sólo así podremos poblar el cielo con almas y despoblar el infierno. La gente depende de ti.
Piénsalo:
¿Por qué es importante que prediques la Palabra de Dios?
¿A quién le puedes contar acerca de las maravillas del Señor?