¡Ábrele los ojos para que vea!

¡ÁBRELE LOS OJOS PARA QUE VEA!

“No tengas miedo! —le dijo Eliseo—. ¡Hay más de nuestro lado que del lado de ellos! Entonces Eliseo oró: «Oh Señor, ¡abre los ojos de este joven para que vea!». Así que el Señor abrió los ojos del joven, y cuando levantó la vista vio que la montaña alrededor de Eliseo estaba llena de caballos y carros de fuego” (2 Reyes 6:16-17 NTV).

¿Será posible tener ojos sanos físicamente pero no poder ver? A esto se le llama no tener visión en la vida. El joven ayudante del profeta Eliseo veía perfectamente, más sin embargo el profeta tuvo que pedirle a Dios que le abriera los ojos porque estaba cegado por el miedo. ¿Has cesado de soñar en grande? ¿Has dejado pasar oportunidades en la vida por causa de tus temores?

Es difícil tener una visión grande cuando vives atemorizado. El ayudante de Eliseo estaba asustado al mirar un ejército enemigo frente a ellos, pero su mentor, el profeta Eliseo, quien era un hombre visionario, oró a Dios para que le abriera los ojos al joven Giezi.

No estoy seguro que gran problema tengas frente a ti esta semana que parece estar amenazando tu salud, o tu paz, o tu familia, o tus finanzas, pero mi oración por ti es que el Señor abra tus ojos y puedas mirar en su Palabra los planes de bien que tiene para tu vida y que puedas confiar que Él está al tanto de ti, que Él te responderá, que no estás solo y que Él está contigo activando ángeles que actúen a tu favor.

“¡No tengas miedo! —le dijo Eliseo—. ¡Hay más de nuestro lado que del lado de ellos! Entonces Eliseo oró: «Oh Señor, ¡abre los ojos de este joven para que vea!». Así que el Señor abrió los ojos del joven, y cuando levantó la vista vio que la montaña alrededor de Eliseo estaba llena de caballos y carros de fuego” (2 Reyes 6:16-17 NTV).

“Dios mío, tú eres mi luz y mi salvación; ¿de quién voy a tener miedo? Tú eres quien protege mi vida; ¡nadie me infunde temor! Cuando mis malvados enemigos. me atacan y amenazan con destruirme, son ellos los que tropiezan, son ellos los que caen. Me puede atacar un ejército, pero yo no siento miedo; me pueden hacer la guerra, pero yo mantengo la calma” (Salmo 27:1-3 TLA).

Piénsalo:

¿Cuál situación actual te está atemorizando?
¿Dónde necesitas que Dios te abra los ojos? ¿Qué quieres ver en tu vida espiritual, en tu familia, en tus finanzas o en tu salud?