CUANDO AGRADECES SACAS EL ORGULLO DE TU VIDA
“… pero una vez que comiste y quedaste satisfecho, te volviste orgulloso y te olvidaste de mí” (Oseas 13:6 NTV).
Una tendencia que tenemos los seres humanos es olvidarnos de Dios cuando estamos cómodos. Cuando todo nos va bien es muy fácil depender de nuestras propias habilidades y dejar a un lado las cosas que tienen que ver con Él. La gente dice cosas como: “la iglesia es para los religiosos y para los débiles”, “no tengo tiempo para ir al templo”, “estoy muy ocupado”, “yo soy una persona muy productiva y estoy muy ocupado para esas cosas”, o “soy una persona realista”.
Si quieres cumplir con la asignación y el propósito del Señor para ti, necesitas despojarte del orgullo diariamente. El orgullo es la raíz de todo pecado, fue la razón por la cual Lucifer fue expulsado del cielo a las tinieblas. No podemos repetir el error de caer en el orgullo como muchos lo han hecho, debemos perseverar para tener un espíritu contrito y humillado delante del Padre Celestial constantemente.
“El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída” (Proverbios 16:18 NTV).
El agradecimiento es el antídoto contra el orgullo y la apatía. Tomemos un tiempo todos los días para recordar las cosas que Dios ha hecho con nosotros y para nosotros, que Él nos ha cuidado, nos ha dado buenos amigos, tenemos una gran familia espiritual, tenemos salud, ojos, oídos, manos, pies, etc. Agradece y estarás sacando el orgullo que estorba la presencia de Dios en ti.
“Yo te cuidé en el desierto, en esa tierra árida y sedienta; pero una vez que comiste y quedaste satisfecho, te volviste orgulloso y te olvidaste de mí” (Oseas 13:5-6 NTV).
Piénsalo:
¿Hay alguna cosa por la cual te sientes agradecido el día de hoy?
¿Qué señales de orgullo has visto en ti últimamente? ¿Cómo puedes sacarlo hoy?