Nunca te lamentes creando lástima propia y nunca te quejes buscando culpables. Elimina las excusas, enfócate en el propósito de Dios y esfuérzate con valentía. No puedes cambiar a los demás. No dependas de ellos. No puedes renunciar al éxito porque otros quieren ser mediocres.
Hay circunstancias que no puedes modificar, no puedes cambiar la injusticia de los criminales, ni tampoco del gobierno corrupto en el mundo, no puedes controlar la bolsa de valores, no puedes manipular los resultados de un examen médico negativo, no puedes obligar a la muerte a que te devuelva un ser amado que murió por vejez natural.
No tienes control sobre estas cosas, pero si puedes decidir cómo responder ante esas situaciones. No te quejes, no te lamentes, esfuérzate porque todavía hay cosas grandes que Dios desea que hagas.
La Biblia dice:
Así que no te deprimas, no te escondas, no te ahogues en lástima propia. Levántate come y bebe de la presencia y poder de Dios porque largo camino te espera en esta vida. Todavía tienes logros que alcanzar. Todavía no se ha terminado tu carrera. Mira lo que pasó con Elías.
Sin embargo, ¿qué debes comer y beber? Jesús les dijo,:
Jesús también dijo:
Piénsalo:
¿Cuáles son esas metas que Dios te ha dado para cumplir en este año?
¿Dónde en el camino te caíste y que ahora necesitas levantarte, comer y beber?