Llora cuando algo te duele

LLORA CUANDO ALGO TE DUELE

“Por eso dije: «Déjenme a solas para llorar; no intenten consolarme. Déjenme llorar por mi pueblo…” (Isaías 22:4 NTV).

Cuando las personas experimentan el efecto de una pérdida, pasan por un proceso de sanidad el cual muchas veces incluye la necesidad de llorar. En estas ocasiones lo mejor que podemos hacer no es darle consejos a la persona, sino simplemente escucharle y permitirle que llore si es necesario.

Generalmente pensamos en el duelo por la muerte de un ser querido, pero el mismo efecto puede ser causado por otros tipos de pérdida en la vida. Ningún tipo de pérdida es placentero.

Nos dolemos cuando un familiar se pierde en el alcohol o las drogas, aunque esté vivo físicamente, pero se ha perdido en el alcohol y no es la misma persona. El ser humano se duele cuando pierde un empleo, una casa, un negocio, los ahorros de muchos años, la amistad de un buen amigo; el niño o el joven se duele cuando pierde sus amistades en la escuela porque se movieron de ciudad, etc.

En estos momentos es natural que la persona llore al principio mientras pasa por el proceso de aceptación, sanidad y re adaptación. Es aquí también donde un buen amigo o un mentor puede ayudar simplemente escuchando y animando, no sermoneando.

“El amigo siempre es amigo, y en los tiempos difíciles es más que un hermano” (Proverbios 17:17 TLA).

No es una debilidad llorar. De hecho, es una fortaleza llorar cuando sabes que es necesario, y muchas veces es la única manera de poder sanar las heridas que experimentamos en el alma durante el transcurso de la vida. Así que a llorar cuando algo te duele.

Piénsalo:

¿Cómo puedes lidiar con el dolor cuando algo te duele a ti o a alguien importante como un amigo o un familiar?
¿Cómo puedes ser un mejor amigo para alguien que quizás está doliendo en estos momentos?