No señales a otro para echarle la culpa

NO SEÑALES A OTRO PARA ECHARLE LA CULPA

“¡Escucha la palabra del Señor, oh pueblo de Israel! El Señor ha presentado cargos en tu contra, diciendo: «No hay fidelidad, ni bondad ni conocimiento de Dios en tu tierra. Haces votos y los rompes; matas, robas y cometes adulterio. Hay violencia en todas partes; un asesinato tras otro. Por eso la tierra está de luto y todos desfallecen…” (Oseas 4:1-3 NTV).

La sociedad sufre y muchas veces las personas se sienten desalentadas, desfallecen y pierden la esperanza de una mejor vida.

1. La sociedad está sufriendo decaimiento espiritual y moral.
Esto era lo que sucedía en la antigüedad con el pueblo de Israel, pero de cierta manera vemos que la tierra sigue sufriendo algo parecido en la actualidad.

2. Tu y yo podemos y debemos mejorar nuestra comunidad.
La buena noticia es que el siguiente versículo me da a entender que yo puedo y debo hacer lo que está de mi parte para mejorar mi sociedad, mi hogar, mi iglesia, mi escuela, y mi lugar de trabajo.

“¡No señales a otro para echarle la culpa! …” (Oseas 4:4 NTV).

Las personas no seremos recordadas por lo que sacamos del mundo, sino por lo que aportamos mientras vivimos. No podemos llevarnos nada cuando partimos de este mundo. Lo más importante no es saber cuán malo estaba el mundo cuando nací, sino qué tanto aporté para mejorarlo mientras viví.

No te quejes por la condición en que encontraste el mundo al nacer, sino como lo dejarás al morir.

Piénsalo:

¿Qué puedo hacer para mejorar mí matrimonio, mis hijos, mi iglesia, mi escuela, el ambiente en mi empresa o trabajo secular?
¿Cómo puedo ser de influencia en mi sociedad?