RECUPERA TU PAZ
“… todo mi cuerpo está enfermo; mi salud está arruinada a causa de mis pecados. Mi culpa me abruma, es una carga demasiado pesada para soportar” (Salmo 38:3-4 NTV).
Tenemos un perrito en casa y yo sé cuándo ha hecho alguna travesura. Por ejemplo, se mira asustado, me evade la vista y baja la cola cuando ha orinado en algún lugar dentro de la casa. Mis sospechas son fácilmente confirmadas cuando reviso el piso de mi casa y encuentro sus fechorías. Hasta los perritos se comportan sospechosos cuando se portan mal.
Cuanto más los seres humanos que en verdad tenemos una conciencia dada por Dios. No estamos diseñados para hacer lo malo sin carga de conciencia. Aunque muchas veces la conciencia puede estar dormida, pero indudablemente algún día despertará.
1. La salud emocional se arruina a causa de una conciencia que no está en paz.
“Mi culpa me abruma, es una carga demasiado pesada para soportar” (Salmo 38:4 NTV).
¿Has visto a alguno de tus hijos evadirte o actuar sospechosamente después de que ha hecho algo malo como haberse comido media bolsa de galletas de chocolate antes de desayunar? No hay paz en la conciencia. El pecado tiene la capacidad de robarnos la tranquilidad en nuestro diario vivir.
2. El pecado roba la salud física.
“… todo mi cuerpo está enfermo; mi salud está arruinada a causa de mis pecados” (Salmo 38:3 NTV).
Nuestras malas acciones tienen la capacidad de también afectar nuestro cuerpo. Por ejemplo, las enfermedades venéreas como el sida, gonorrea, sífilis, etc. pueden venir como consecuencia de la fornicación y el adulterio; y las enfermedades cerebrales como consecuencia de las adicciones.
3. El pecado enferma la familia.
Es cierto que no hay paz en una persona que vive con una mala conciencia, pero mayor es el problema cuando le roba la paz también a las personas en su hogar. Muchos han venido a pedirme oración porque algún miembro de su familia les está haciendo la vida miserable con su forma de vivir.
Solución: el arrepentimiento inmediato restaura la salud emocional, física y relacional. Cuando David comprendió que su pecado le estaba metiendo en problemas inmediatamente confesó.
La Biblia dice:
Pero confieso mis pecados; estoy profundamente arrepentido por lo que hice (Salmo 39:18 NTV).
La Palabra también enseña que quien esconde sus pecados no prosperará, siempre estará en problemas y enfermo, pero quien los confiesa y los abandona será prosperado.
Si te has sentido agotado por la carga emocional de una conciencia, entonces te recuerdo que hay un lugar donde puedes descansar.
Jesús dijo,:
“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados y yo les daré descanso” (Mateo 11:28 NVI).
Piénsalo:
¿Por qué se nos hace tan fácil perder la paz?
¿Qué podemos hacer diferente hoy para conservar una conciencia tranquila?