SE NECESITAN LUGARES DE REFUGIO
Este parece ser el letrero invisible que se encuentra hoy día en nuestros hogares, nuestros lugares de trabajo, nuestra ciudad y sociedad en general. “El amor provee un lugar de refugio que puede soportar las peores circunstancias de este mundo”.
En el libro más vendido de todos los tiempos hay una frase que dice: “El amor todo lo sufre”. La palabra sufre viene de una expresión griega que significa “Techo”. El mensaje es grande y sencillo. El amor cubre y protege de la misma manera en que un techo cubre una casa y la protege de las tormentas.
El amor sufre y sigue obrando por el bien de los demás independientemente de lo que suceda. El amor sufre las tormentas de la desilusión, las lluvias del fracaso y los vientos del mal tiempo y las circunstancias adversas. El amor proporciona una cobertura que resguarda de los extremos de los inviernos fríos y el candente sol de un verano cruel. El amor provee un lugar de refugio que puede soportar las peores circunstancias imaginables.
Tu quizás quisieras decirme, “El amor no puede proteger a los demás de las duras realidades de vivir en un mundo quebrantado”. Tienes razón. Tampoco puede proteger a los demás de las consecuencias de sus propias decisiones. Por lo tanto, sí da a la gente quebrantada y que sufre, un lugar donde encontrar a alguien que se preocupe por su bienestar y desee su bien. El amor proporciona, aun a los peores pecadores un lugar donde llevar sus corazones.
Debemos tener en cuenta que la frase “todo lo sufre” no significa que el amor soporte pasivamente todo pecado de la misma forma en que un tapete del piso aguanta los pies de quienes lo usan. Sino que el amor nunca deja de preocuparse por la otra persona ni de ofrecer perdón. El amor no llega al punto donde empieza a aborrecer, ni a condenar. El amor se interesa lo suficiente como para seguir orando, soportar pacientemente las ofensas de los demás, confrontar cuando sea necesario y apropiado, y perdonar cuando haya arrepentimiento.
¿Cuando fue la última vez que fuiste un “techo” (refugio) para otras personas como tu esposo, tu hijo, tu padre, tu compañero de trabajo o tu hermano en la iglesia? Regala un techo hoy, no sólo este día, sino todos los días de tu vida.
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Piénsalo:
¿Cómo puedes ser un refugio para alguien hoy?
¿Por qué es importante mostrar el amor verdadero a los demás?