En quien poner tu confianza

EN QUIEN PONER TU CONFIANZA

“Por cuanto pusiste tu confianza en el rey de Aram en lugar de confiar en el SEÑOR tu Dios, perdiste la oportunidad de destruir al ejército del rey de Aram. ¿No recuerdas lo que les pasó a los etíopes y a los libios y a su enorme ejército, junto con todos sus carros de guerra y los conductores? En ese tiempo, confiaste en el SEÑOR, y él los entregó en tus manos. Los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con Él. ¡Qué necio has sido! ¡De ahora en adelante estarás en guerra!” (2 Crónicas 16:7-9 NTV).

¿En quién está tu confianza? La decadencia del ser humano comienza cuando comienza a poner su confianza en otras cosas o personas en lugar de Dios.

A veces tendemos a sentirnos confiados sólo si tenemos una cuenta de banco saludable, si tenemos un buen empleo, o si contamos con algunas amistades influyentes en el gobierno. Pero nuestra confianza no debe estar fundada en nada que podamos perder.

El dinero se puede perder, las amistades se pueden perder, las inversiones pueden bajar de valor, un cónyuge te puede traicionar, y un empleo puede desaparecer mañana. Sin embargo, Dios jamás se perderá, Él sigue sentado en Su trono y de allí nadie lo puede mover.

Por eso nuestra confianza en Dios no falla. Cuando llegan problemas, enfermedades o amenazas matrimoniales, Él es nuestro sustento, Él es fiel, Él nos fortalece en los tiempos de dificultad.

“Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto” (Jeremías 17:7-8 NTV).

Piénsalo:

¿De qué o en quién dependes?
¿En cuáles áreas de tu vida has estado experimentando guerra por no confiar en Dios?