Site icon Pastor Guillermo Jiménez

La realidad no es la verdad

LA REALIDAD NO ES LA VERDAD

“Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría” (Salmos 30:05 RV60).

Es verdad que aunque llevemos una vida en Cristo, sirviendo al Señor en algún ministerio y buscando su presencia cotidianamente, se presentarán las pruebas en forma de pérdidas.

Ya sea por motivo del fallecimiento de algún ser querido, por un fracaso en algún proyecto, una traición, un abuso físico o porque algún familiar esté en drogas, el sentimiento que surge es el de haber perdido algo muy apreciado y la reacción humana es casi siempre la misma: duelo.

Pero como nos dice el Señor en Salmos 30:05, el dolor del duelo no durará para siempre, es momentáneo, en cambio, la bendición de Dios durará toda la vida.

Las etapas para recuperarnos de una pérdida son iguales para todos nosotros, ya que todos reaccionamos humanamente. Primero experimentamos el dolor severo, después viene la duda en sí mismo e incluso en Dios, pero luego comienza a verse la luz para después pasar a una actitud de comprensión de lo que está pasando a fin de reintegrarnos a nuestra vida.

Sin embargo, para una persona que tiene su confianza en Cristo, la recuperación es más acelerada porque sabe que aunque su situación sea difícil, la verdad de la promesa de Dios en Su palabra está por encima de su realidad humana.

Si tú estás pasando por el duelo de una pérdida, tal vez te encuentres en la etapa inicial de mayor dolor, o tal vez estés en la parte de aceptar tu realidad, pero sin importar cuál sea, recuerda que hay una verdad más arriba, más fuerte y más poderosa que la realidad humana, y esa es la promesa de la Palabra de Dios.

Aférrate a sus promesas en todo momento porque cuando Dios sane tu duelo, vas a regresar aún más fuerte y bendecido que antes de tu pérdida, porque vas a recuperarte con las fuerzas de Dios y no con las tuyas, y tú y yo sabemos que cuando es Dios quien nos levanta, es para llevarnos a otro nivel, aún mejor que en el que estábamos.

 “Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría” (Salmos 30:05 RV60).

Piénsalo:

¿Te has olvidado de las promesas de Dios por encontrarte en el duelo de una pérdida?
¿Hay algo que puedas hacer hoy para acelerar la recuperación de tu duelo?

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