Nuestras responsabilidades

NUESTRAS RESPONSABILIDADES

“Hijos míos, ¡no descuiden más sus responsabilidades! El Señor los ha elegido para que estén en su presencia, le sirvan, dirijan al pueblo en la adoración y presenten a Él sus ofrendas”(2 Crónicas 29:11 NTV).

Como líderes somos los responsables por servirle a Dios y a las personas a fin de mejorar nuestra sociedad. Pocas veces vemos y escuchamos el cumplimiento de ciertos políticos quienes nos prometen cambios que harán a nuestro país un mejor lugar, porque estamos en un tiempo donde la maldad sólo se intensifica y cada día pareciera más difícil auxiliar a nuestra sociedad, porque la mayoría no reconocen que necesitamos un cambio.

El Señor nos ha llamado a nosotros, la Iglesia, a ser aquellos cambiadores del mundo a través de Su poder sobrenatural y Su Palabra. Hay cambios y mejoras que el hombre no puede hacer en su humanidad, pero nosotros quienes operamos por medio de Dios sí podemos hacer la diferencia. En este día te compartiré las responsabilidades que tú y yo debemos practicar diariamente para poder ser los precursores de un cambio verdadero y constante en nuestra ciudad.

1. Debemos enseñar a las personas como vivir en comunión con la presencia de Dios.
En un mundo tan secularizado y materialista donde muchos no conocen al Señor y por lo tanto lo consideran como una idea meramente “religiosa” es de alta importancia mostrarle a la gente cómo vivir unidos a Su presencia.

Nos mantenemos llenos del Espíritu Santo a través de tener una relación genuina con Él. De esta forma lo enseñaremos a las personas como vivir en comunión con el Señor.

2. Necesitamos enseñarles a las personas como ser serviciales.
Es necesario volver a aprender y practicar una vida de servicio a Dios y servicio a las personas. El servicio es la forma más pura de mostrarle al Señor nuestro agradecimiento y nuestro amor con Él y las almas.

3. Tenemos que enseñarle a los demás como adorar.
Muchos no tienen ningún problema en cantar con emociones en una fiesta o un concierto, pero no se atreven a adorar al Señor a través de cantar en su iglesia. Necesitamos modelarles a las personas que nosotros somos adoradores en la iglesia y fuera de la iglesia, porque sólo así podrán hacer lo mismo.

4. Necesitamos enseñarles a las personas una vez más la cultura de ofrendar.
En esta sociedad tan materialista, la tendencia del ser humano es recibir, quitar, robar y adquirir, aunque haya necesidad de hacer trampa. Sin embargo, la mayor satisfacción se encuentra cuando vivimos para dar algo a fin de dejar a este mundo mejor de cómo lo encontramos.

Todo esto es una cuestión de actitud. Damos nuestro tiempo, servicio, recursos, cantos, amor y palabras de afirmación porque es nuestra responsabilidad delante del Padre Celestial y las personas.

“Hijos míos, ¡no descuiden más sus responsabilidades! El Señor los ha elegido para que estén en Su presencia, le sirvan, dirijan al pueblo en la adoración y presenten a Él sus ofrendas” (2 Crónicas 29:11 NTV).

Piénsalo:

¿Cuáles responsabilidades has descuidado?
¿Qué acto puedes hacer tú en este día que hará una diferencia positiva en la sociedad?