Recuerda tu propósito

RECUERDA TU PROPÓSITO

“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11 NVI).

Cuando estés pasando por las tempestades de la vida, recuerda tu propósito en esta tierra. Dios nos ha prometido en Su Palabra que Él tiene planes de bienestar para nosotros. Aunque pasemos por momentos de calamidad, no quiere decir que allí nos quedaremos, sino que pasaremos porque hay un propósito detrás de la tempestad que estamos atravesando.

Tu no eres un accidente. Dios te planeó desde antes de la fundación del mundo. Él sabe porqué te creó, planeó el día que naciste y conoce el día que pasarás al cielo.¿Sabes por qué Jesús pudo descansar en medio de la tempestad? Jesucristo se durmió en medio de la tormenta porque él sabía que no iba a morir ahogado.

¿Qué te quiero decir con esto? Qué Jesús mismo no perdió la fe cuando estaba en la barca con sus discípulos, porque él sabía cuál era su propósito en la vida. Él sabía que no iba a morir ahogado, sino que iba morir en la cruz del Calvario para que todo el que creyera en él pudiera restaurar su relación con el Padre Celestial y tener vida eterna.

Cuando tu sabes cuál es tu propósito en esta vida no te intimida nada. Estás seguro de que no morirás antes de cumplir con tu propósito.Cuando tú sabes cuál es tu propósito no te enfocas en los obstáculos que te impiden cruzar la línea a fin de llegar a tu destino, sino que te enfocas en lo que tienes que hacer para cruzar al otro lado donde está la promesa de Dios.

“Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma” (Marcos 4:39 NTV).

No te puedes rendir ante las olas y los vientos contrarios de la vida, porque Dios te ha dado el poder para silenciar toda lengua mentirosa de las tormentas. Al instante que tú invocas el nombre de Jesús, hay un poder sobrenatural que sobrepasa tu realidad actual y desata la realidad de Dios para tu vida, por ende, hasta las tormentas se someten a ti.

Así que, cuando estés pasando por las tempestades de la vida, recuerda tu propósito en esta tierra, porque tú no eres un accidente. Dios te hizo con un propósito, por lo tanto, no morirás hasta cumplir con tu propósito, vivirás hasta verlo realizado.

“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11 NVI).

Piénsalo:

¿Cuál es tu propósito en la vida?
¿Cuáles olas te estaban intimidando últimamente?
¿Cuál tormenta necesitas silenciar en este día?