Tiempos de quietud

TIEMPOS DE QUIETUD

“Sin embargo, ustedes ni siquiera tendrán que luchar. Tomen sus posiciones; luego quédense quietos y observen la victoria del Señor. Él está con ustedes, pueblo de Judá y de Jerusalén. No tengan miedo ni se desalienten. ¡Salgan mañana contra ellos, porque el Señor está con ustedes!”  (2 Crónicas 20:17 NTV). 

Deja de pelear por ti mismo. Hay situaciones en las que nuestras fuerzas no son suficientes y nuestras ideas no parecen fluir con una solución clara. Es en este momento cuando debemos tomar tiempo de quietud para escuchar la voz de Dios con direcciones claras.

“Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar” (Proverbios 3:5-6 NTV).

No dependas de tu propio conocimiento, tampoco ignores lo que quizás estés sintiendo a causa de la situación que estés pasando. Mejor, date la oportunidad de descansar y expresar lo que sientes en los tiempos de quietud con el Señor.

Dios no se cansa de escucharte ni de pasar tiempo contigo. Él quiere que tomes un tiempo de quietud a fin de que Él pueda hablarte. Muchas veces le decimos a Dios, “Háblame Papá” pero no podemos escucharlo porque en nuestro interior hay mucha conmoción y eso nos impide escuchar al Padre.

Necesitas darte la oportunidad de lamentarte y despojarte delante de Dios, hacer esto no tiene nada de malo, es necesario. La fuente primordial del descanso que tu necesitas viene del Padre Celestial. Así que no aparentas ser autosuficiente y deja que Dios pelee por ti mientras tu descansar en Su quietud.

“Sin embargo, ustedes ni siquiera tendrán que luchar. Tomen sus posiciones; luego quédense quietos y observen…” (2 Crónicas 20:17 NTV).

Piénsalo:

¿Qué sentimientos o pensamientos has estado ignorando que necesitas traer delante de Dios?
¿Hace cuánto no tomas un tiempo de quietud con tu Padre Celestial?