Trabajemos por la paz de nuestro círculo

TRABAJEMOS POR LA PAZ DE NUESTRO CÍRCULO 

“Y trabajen por la paz y prosperidad de la ciudad donde los envié al destierro. Pidan al Señor por la ciudad, porque del bienestar de la ciudad dependerá el bienestar de ustedes” (Jeremías 29:7 NTV).

Mientras estuve en unas conferencias escuché esta verdad: “Todos ganan cuando un líder mejora” (Bill Hybels). Toda la ciudad gana cuando sus habitantes se disponen a ser “aportadores” en vez de “sacadores”, cuando somos productores en vez de consumidores.

Debemos primero preguntarnos: ¿Qué puedo hacer para que mi ciudad sea mejor?, antes de demandar: ¿Qué puede hacer mi ciudad para que yo esté mejor? No esperemos que alguien más se mueva a hacer cambios positivos en nuestro círculo, mejor movámonos nosotros a hacer los cambios necesarios.

Si mejoramos como líderes en nuestra familia, por ende nuestra sociedad mejorará. Si mejoramos nuestra sociedad, por ende nuestra ciudad mejorará, y si mejoramos nuestra ciudad mejoraremos nuestro país y haremos una diferencia global. Todo empieza con mejorar nuestro liderazgo.

El traer paz a nuestro círculo es una cuestión de actitud. La mayoría de las personas siempre están pensando en “sacar” algo para su beneficio cuando debemos de recordar que fuimos puestos en este mundo para “añadir” valor a otras personas que nos rodean en nuestro hogar, trabajo o cualquier otro lugar de nuestra ciudad.

Señor, muéstrame el día de hoy qué puedo aportar para hacer mi ciudad y mi iglesia un mejor lugar para vivir y un excelente lugar para mis hijos en el futuro. Ayúdame a ser un líder que levanta a otros líderes para traer cambios positivos a mi ciudad.

“Y trabajen por la paz y prosperidad de la ciudad donde los envié al destierro. Pidan al Señor por la ciudad, porque del bienestar de la ciudad dependerá el bienestar de ustedes” (Jeremías 29:7 NTV).

Piénsalo:

¿Cómo puedes mejorar tu liderazgo primeramente en tu hogar?
¿Cuáles cambios positivos quieres ver en tu ciudad y que puedes hacer al respecto?