VUELVE AL CAMINO DEL ÉXITO
Ezequías fue un rey muy exitoso porque supo poner a Dios primero en su vida. Fue alguien que tuvo un temor al Señor, por ende, se esforzó por cumplir con todas las leyes y todos los mandatos de Dios. Sin embargo, en su carrera como rey también fracasó porque no supo mantener una actitud de agradecimiento así que se enorgulleció.
¿Por qué fracasó Ezequías?
Si hay algo que Dios detesta es el orgullo. Cuando nosotros fallamos en tener una actitud de agradecimiento entonces se nos cierran las puertas de bendición. El no agradecer es una muestra de orgullo y autosuficiencia. No debemos olvidarnos de que todo lo que tenemos viene de Dios y Su gracia.
¿Cómo volver al camino del éxito?
La única forma de verdaderamente volver al camino del éxito es a través de humillarnos y reconocer que estamos equivocados porque la soberbia nos aparta de Dios. Nuestro éxito no depende solamente de nuestros propios esfuerzos, sino también de nuestra relación con Dios.
Cuando nosotros dependemos de Él adquirimos el verdadero éxito. Pues, podremos ser muy exitosos al hacer nuestros propios planes, pero que decepción más grande llegar al cielo, rendirle cuentas a Dios de todo lo que hicimos y que al final Él te diga, “Bien hecho, pero ese no fue el plan que diseñé para tu vida”.
Recuerda que Dios aparta a quienes Él ha llamado para Él mismo porque tiene planes diferentes con ellos. Aunque tú trates de hacer tus propios planes si no son los de Dios de nada te conviene cumplirlos. Vuelve al camino del éxito que se encuentra en el corazón del Padre Celestial.
Piénsalo:
¿Cuáles señales de orgullo has estado mostrando últimamente?
¿Estás cumpliendo con el plan de Dios para tu vida? ¿Cómo lo sabes?