Abre tus ojos

ABRE TUS OJOS

“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes” (Jeremías 33:3 NVI).

Las crisis de la vida que parecen imposibles sobrevivir solamente son una oportunidad para ver la gloria de Dios manifestarse. Muchas veces perdemos la fe en los momentos donde Dios quiere probar nuestra fe. El Señor quiere sanar nuestros ojos para que podamos ver lo que Él está viendo para nuestras vidas y para el mundo entero.

Es durante los tiempos de tormentas que Dios desea enseñarnos cosas grandes y ocultas que no conocemos. La Biblia dice, “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes” (Jeremías 33:3 NVI).

Este versículo está diciendo que nuestra mente, nuestro conocimiento y nuestra inteligencia está limitada. No importa si usamos el 12% de nuestro coeficiente intelectual y somos genios, al fin y al cabo, no es suficiente capacidad para cambiar a un esposo o esposa ni para sacar a alguien que está en prisión injustamente.

La mayoría de las veces sí sabemos que hacer, pero no lo podemos lograr, porque quizás hay algo que Dios quiere hacer en lugar de nosotros. Otras veces no sabemos cómo sacar la empresa adelante, como librar a nuestra familia de un enredo, o como pagar las deudas pendientes, pero Dios dice clama a mi y yo te responderé y te ensenaré cosas más grandes que nuestro intelecto, habilidades y fuerzas.

No solamente nos va mostrar cosas grandes, sino que también anhela revelarnos cosas ocultas que no hemos visto antes. En nuestra humanidad es muy fácil perder la visión en medio de los huracanes de la vida, pero Dios siempre está listo para sanar nuestros ojos una y otra vez a fin de ayudarnos a ver con claridad su propósito detrás de cada tormenta.

“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes” (Jeremías 33:3 NVI).

Piénsalo:

¿En cuál área de tu vida necesitas sanar tus ojos para ver lo que Dios ve?
¿Cuál tormenta estás pasando que puede ser una oportunidad para que Dios se manifieste?