EL CORAZÓN DE PIEDRA
La mayoría de nuestros problemas son causados porque los seres humanos tenemos problemas en el corazón. Por lo tanto, tendemos a ser rebeldes y desobedientes. Por ejemplo, nuestra naturaleza humana está inclinada a ignorar los diez mandamientos.
A este tipo de corazón duro y terco la Biblia lo llama de piedra.
La buena noticia es que no importa si somos personas difíciles, Dios asegura que podemos renovar nuestra manera de pensar rebelde, dura y terca y llegar a ser personas receptivas, enseñables y humildes.
La Biblia dice que no debemos conformarnos a decir: “pues es que así soy yo”. Sino que procuremos renovar nuestras viejas maneras de pensar. Si tenemos una mente de “ya llegué” jamás podremos cambiar nuestro corazón de piedra a un corazón tierno y receptivo.
Muchas veces Dios nos está hablando, pero porque nuestro corazón no está alineado a Él y se nos dificulta escucharle. Si quizás has tenido síntomas de rebeldía y has estado desobedeciendo los planes del Señor para tu vida, entonces necesitas volver a revisar tu corazón.
Pregúntate, ¿A que o quien está alineado mi corazón? ¿Por qué hago lo que hago cada día? Dile a Dios todo lo que hay en tu corazón, créeme que Él desea escucharte y darte la claridad que en tu propio conocimiento humano no puedes comprender. Guarda tu corazón porque de el mana tu vida.
Piénsalo:
¿Cuáles síntomas de rebeldía has estado mostrando últimamente?
¿Qué puedes hacer para guardar tu corazón a fin de mantenerlo tierno y receptivo a Dios?