LIMÓN O POMADA
Parece que en estos días las malas noticias están por todas partes y todo lo que escuchamos es calamidad.
A causa de los huracanes, los cambios en las leyes migratorias y las amenazas de guerra, el ambiente puede volverse negativo, de temor y angustia.
Incluso, enfermedades, problemas con los hijos o momentos difíciles en la familia pueden también provocar un clima de tempestad dentro de tu casa. Pero depende de ti y de tu carácter ser limón o pomada frente a un clima de desesperanza.
Si vives por vista, no solamente te vas a atemorizar ante los problemas o malas noticias, sino que tal como si exprimieras un limón en una herida, tu influencia entre los que te rodean va a provocar que otros reaccionen con el mismo temor y pánico y sus sentimientos pueden ser más o menos así: ¡El mundo se va a acabar, la economía se va a caer, el país está en crisis! ¡Mi matrimonio se va a acabar, lo he perdido todo, nunca voy a volver a ser feliz!
Pero si vives por la fe, serás como una pomada de esas que sanan una herida que arde y, por tanto, el impacto entre las personas a tu alrededor será como el de aquel que produce confianza y que mantiene la esperanza, tal como dice Dios en su Palabra.
No se trata de cerrar los ojos a la realidad e ignorar que están ocurriendo cambios en el mundo o en tu familia, pero sí se trata de saber reaccionar con carácter y vivir por fe, confiando en versículos como Jeremías 29:11 y saber que Dios tiene “planes de bienestar y no de calamidad (para mí), a fin de darles un futuro y una esperanza”.
Se trata de mostrar a los que nos rodean, comenzando por nuestra familia, que debemos ante todo mantener la calma,“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7 RVR1960).
Si el mundo dice que todo es terrible, que las leyes no están a tu favor, que los problemas en tu familia son irreparables, practica reaccionar como pomada y no como limón.
Cuando reacciones por fe y no por vista, podrás dar a otros la esperanza que nos dejó nuestro Señor Jesucristo. Cuando te pregunten cómo haces para estar tan tranquilo en medio de tanto torbellino, podrás compartir a otros el evangelio de la paz y del perdón y podrás ser usado por Dios para que así como tú, otros también vivan por fe.
PIÉNSALO:
¿Cómo estás reaccionando a los comentarios diarios de las personas sobre las noticias negativas de estos días?
¿Con tu actitud, has provocado calma o has encendido el pánico y temor entre las personas que te rodean?