NO POR FUERZA NI PODER
Hay muchas situaciones en la vida que nos harán reaccionar y querer hacer justicia en nuestras fuerzas, emociones o sabiduría humana, pero la Palabra de Dios nos enseña que debemos aprender a movernos, defendernos y actuar por medio del Santo Espíritu de Dios:
- Todos los días: Le pido a Dios que me llene de su Espíritu. Que produzca el fruto del Espíritu Santo.
- Todos los días: Le pido a Dios que me ayude a controlar mi lengua. Porque la vida y la muerte están en poder de la lengua (Proverbios 10:19) y hablar demasiado conduce al pecado (Proverbios 13:3). Los que controlan su lengua tendrán una larga vida.
- Todos los días: Hago de la Palabra de Dios, mi palabra.Por eso le invito a que memorice versículos bíblicos asista a una Casa de Paz, lea la Biblia todos los días, lea el devocional de fe para su día, que le envió todos los días.
Es la única forma en que va a salir algo bueno cuando estemos bajo presión, necesitamos sanar nuestras emociones dañadas, para que cuando la vida nos ponga presión no salga el fruto de la carne sino el fruto del Espíritu Santo con amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad, y control propio.
Pidamos al Señor que nos llene de su Santo Espíritu, para que cuando venga la presión en el hogar, el trabajo, el ministerio o la escuela, salgan emociones controladas y actitudes correctas que representen el Reino de Dios en esta tierra dignamente.
Piénsalo:
¿Cuáles cosas necesitas dejar de hacer en tus propias fuerzas?
¿Cuáles de las acciones que hago cada día puedes comenzar hacer en tu propia vida?