NO TE CONFUNDAS DE ESCUDO
¡Fin de la protección, podrían comenzar las deportaciones, a esconderse!
Eso es prácticamente lo que los noticieros dicen con relación a la recién anunciada decisión de la administración del Presidente Donald Trump de terminar los beneficios del programa DACA para los jóvenes conocidos como DREAMERS.
En un clima de incertidumbre y con noticias que incitan a la intranquilidad, podríamos caer en la trampa y sentirnos desesperados y hasta con pánico.
Sin embargo, no debemos perder de vista que nuestra protección no está en una ley o en un mandato, si bien debemos ser buenos ciudadanos y respetar las leyes y a las autoridades, no perdamos de vista que nuestra protección está en nuestro Señor Jesucristo, que tal como dice el pasaje “… es mi fuerza y mi escudo…” (Salmos 28:7 NVI).
Es verdad que en nuestra vida van a presentarse tempestades, diseñadas por el enemigo para detener el propósito de Dios para nuestra vida, sin embargo, no olvidemos que aún en medio de la tempestad, nuestra vida y nuestros hijos están en la mano del Señor y esta situación servirá para que de alguna forma Dios nos bendiga.
Antes de dejar que las noticias provoquen en ti temor, toma tiempo para leer con detenimiento los avisos gubernamentales porque usualmente tienen mayor información. Analiza tus opciones y reúnanse en familia para hablar del tema con calma.
Si eres un DREAMER o tus hijos lo son, escucha esta palabra y no te confundas de escudo, la protección en tu vida no te la da una ley, la protección te la da Dios y cuando sabes eso, puedes ponerla en práctica. No estés afanoso, mejor aún, permite que el Padre Celestial ponga en ti esa paz que sobrepasa todo entendimiento en este y en todo momento de incertidumbre que atravieses.
PIÉNSALO:
¿Cómo puedes impactar a otros a tu alrededor para que no vivan con temor ante esta situación de incertidumbre?
¿Qué pasos podrías tomar hoy para tener esa paz que sobrepasa todo entendimiento?