NO TODOS SON ENTERRADOS CON HONORES
“No fueron enterrados con honores, como sus héroes caídos, quienes descendieron a la tumba con sus armas: con el cuerpo cubierto por su escudo y con la espada debajo de la cabeza. Ellos cargan con la culpa porque en vida aterrorizaban a todos” (Ezequiel 32:27 NTV).
Algunos son sepultados con honores y otros con indiferencia.
Todos vamos a morir y nuestros cuerpos serán puestos en un cementerio temporalmente hasta que el Señor Jesucristo regrese. Sin embargo, en ese momento de la sepultura no todos recibirán honores. El pueblo se alegra cuando algunos mueren, pero otros son honrados por su aportación a la vida, son llorados porque fueron personas de alta estima.
Las personas que son sepultadas con honores son aquellas que no sólo son recordadas, sino que son extrañadas por lo que significan para la comunidad, por lo que enriquecen a su sociedad, a su familia y a su iglesia. Son individuos que no solamente vinieron al mundo a sacarle algo, sino a añadirle valor y dar de regreso lo mucho o lo poco que se les ha dado.
Aquellos que serán sepultados con honores son los que llevan marcas en su cuerpo porque lucharon férreamente en la vida, y no lo hicieron con espada sino con el amor de Dios y con el fruto del Espíritu.
Los héroes que serán enterrados con honores son los que lucharon por los indefensos, por el huérfano y la viuda, son los que vivieron para enriquecer a otros aun cuando esto representaba sacrificar algunos de sus deseos personales.
El individuo que será sepultado con honores es aquel quien dijo:
“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado…” (Salmos 40:8 RV60).
Atrévete a vivir por algo más grande que tu y añádale valor a tu comunidad hoy a través de ser la voz, las manos y los pies del Señor en esta tierra.
“No fueron enterrados con honores, como sus héroes caídos, quienes descendieron a la tumba con sus armas: con el cuerpo cubierto por su escudo y con la espada debajo de la cabeza. Ellos cargan con la culpa porque en vida aterrorizaban a todos” (Ezequiel 32:27 NTV).
Piénsalo:
¿Cómo quieres ser recordado cuando tu mueras?
¿Qué estás haciendo en la actualidad para mejorar tu comunidad y sociedad?