Site icon Pastor Guillermo Jiménez

Cuida tu jardín

CUIDA TU JARDÍN

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6:45 RV60).

Nadie puede plantar maleza en un jardín sin el permiso del dueño. Nuestro corazón y mente es un jardín. Lo que está en nuestros corazones determina lo que vamos a hablar.

Si nosotros hablamos negatividad todo el tiempo es porque eso es lo que hay en nuestro corazón. Necesitamos desahogar lo malo que hay en nuestro corazón, porque si no lo hacemos entonces vamos a explotar de maneras inapropiadas.

Cubre tu mente y tu corazón. Lamentablemente, la mayoría descuida su jardín. La persona común, antes de desarrollar la salud de su jardín, se deja bombardear con semillas y malezas de otras personas, problemas o mentiras.

La salud de tu corazón no solamente te beneficia a ti, sino también al mundo. El desgaste emocional o la contaminación emocional puede causar tragedias. Por ejemplo, no sabemos porque alguien quisiera matar a cientos de personas con una ametralladora automática en la ciudad de Las Vegas, y después quitarse su propia vida… pero muchas veces puede ser el desgaste emocional que un individuo no ha recuperado, que al final explota de una manera aterradora.

Muchos decimos, jamás hiciera tal cosa, pero nunca digamos nunca, porque todos somos imperfectos y todos estamos en riesgo de romper nuestra bolsa de emociones si no aprendemos a manejarlas y ventilarlas de una manera sana.

Todos los días evalúa el estado de tu jardín a través de estos versículos en la Biblia:

“En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad,humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!” (Gálatas 5:22-23 NTV).

Cuida tu jardín y permite que el Espíritu Santo plante fruto que te haga una mejor persona en este mundo.

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6:45 RV60).

Piénsalo:

¿Cuáles malezas necesitas arrancar de tu corazón?
¿Qué has estado hablando últimamente? ¿Es saludable?

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