RESISTE LA TENTACIÓN
Cuando no abrimos nuestro corazón para evaluarlo y sanarlo entonces las heridas se convierten en una costra, por ende, ya no se siente cuando se toca esa área del corazón.
De la misma manera trabaja la consciencia. Cuando nos salimos de los límites de Dios, los cuales son Sus mandamientos, y constantemente pecamos, entonces ya no sentimos la reprensión del Espíritu Santo porque estamos adormecidos.
Algunos dicen, “¿Qué tiene de malo tomar alcohol y fumar un cigarrito si Dios lo creó?”. Claro es creación de Dios, pero también creó el ácido muriático, pero eso no quiere decir que te lo tienes que tomar.
Todos tenemos debilidades, porque somos seres humanos con una naturaleza pecaminosa, y es por eso que necesitamos marcar una línea para evitar caer en el pecado. Si no nos ponemos límites entonces cometeremos muchos errores en la vida.
Cuando se cauteriza el corazón, la persona cae. Si tu estás cabeceando en esta área, necesitas despertar; despierta la consciencia.
No podemos retroceder, ni regresar a nuestra vida pasada. La Biblia dice:
En este día te quiero animar a que no mires a atrás y a que te mantengas alerta. Guarda tu corazón sobre todas las cosas y no hagas todo lo que te es licito, porque no todo te conviene para cumplir tu propósito en la vida.
Piénsalo:
¿Cuáles cosas te han hecho cabecear?
¿Esta adormecida tu consciencia?