CONFIESA COMO ESTILO DE VIDA
Es necesario mantener un estilo de vida de confesión, para tener una vida de continuo éxito.
La idea no es que cometamos el mismo pecado deliberadamente y sólo lo confesemos todos los días, sino que en la vida nos contaminamos frecuentemente. Así como nuestros pies se ensucian al caminar en el polvo todos los días, pues así también nuestro corazón se ensucia en nuestra jornada diaria. Por eso debemos limpiarnos continuamente, y una de esas formas es la confesión.
Tomemos un tiempito rápido todos los días o un tiempo más larguito cada cierto día para hacer un inventario de nuestro corazón y asegurarnos que confesamos y nos limpiamos de todas esas actitudes que nos pueden ir afectando el corazón.
Confesemos para no guardar resentimientos, corajes, ira, tristeza crónica, pensamientos vulgares, envidias, celos, contiendas, lascivia, justificaciones para consumir alcohol o drogas, venganza, malas palabras, y cosas parecidas a estas porque contaminan el corazón y nos impiden heredar el reino de Dios.
Confesemos para limpiarnos. Él ya sabe lo que hacemos, pero la confesión nos beneficia a nosotros. La confesión no es para condenarnos sino para perdonarnos y amarnos.
Piénsalo:
¿Qué necesitas confesarle a Dios?
¿Por qué será importante evaluar el estado de tu corazón?