¡Desarrolla la paciencia!

¡DESARROLLA LA PACIENCIA!

“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia” (Romanos 5:3 RV60).

La paciencia no es algo que se nos da al pedirla, la paciencia es una habilidad que se desarrolla cuando estamos pasando por tribulaciones en la vida. La paciencia es tener resiliencia aun cuando las cosas en nuestra vida no están bien.

Pablo dijo que hay que gloriarnos en los problemas porque esto nos hace pacientes. La paciencia es una habilidad dada por Dios para perseverar, sufrir y permanecer por un largo período sin perder el gozo y sin desanimarse.

Hay varios que sufren y dicen, “He aguantado este sufrimiento por muchos años” sin embargo, no lo han aguantado, más bien se han rendido al alcohol, las drogas u otras adicciones para desahogar su dolor, pero eso no es soportar, eso es andar muerto en vida porque hace mucho tiempo se dieron por vencidos y perdieron el gozo.

Un defecto de carácter moderno es la falta de constancia, perseverancia y persistencia. Hoy día la gente deja de servir a Dios y se desanima por los problemas que pasan. Muchas veces algunos dejan su compromiso con el Señor por algún problema que ellos mismos crearon y después le echan la culpa a Él.  ¿Qué es eso? ¡No podemos seguir perdiéndonos las bendiciones a causa de nuestra impaciencia!

La Biblia dice:

“Cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada” (Santiago 1:2-4 NTV).

Obviamente cada vez que nos encontramos en problemas no nos reímos inmediatamente y le damos gracias a Dios por el problema. Es natural que nos decepcionemos al principio, pero el punto es tener la actitud correcta cuando estemos enfrentando la adversidad.

Debemos darnos la oportunidad de crecer en constancia para poder madurar y estar completos. Está bien, sigue pidiéndole a Dios paciencia, sólo ten por seguro que no te dará la paciencia, sino que te dará la oportunidad para ejercer la paciencia a través de las tribulaciones. Vamos, ¡deja que crezca tu constancia!

Piénsalo:

¿Has estado ejerciendo tu músculo de paciencia?
¿Qué tribulación o problema estás pasando que puedes aprovechar para crecer en constancia?