Soy fructífero

SOY FRUCTÍFERO

“Sí, piensen en Abraham, su antepasado, y en Sara, que dio a luz a su nación.Cuando llamé a Abraham, era un sólo hombre; pero, cuando lo bendije, se convirtió en una gran nación” (Isaías 51:2 NTV).

¿Cuántas personas necesitó Dios para establecer una nación? Sólo a una persona. La nación de Israel comenzó con una persona que le creyó a Dios. Cuando alguien le cree a Dios, Él lo llama, lo bendice, y lo multiplica.

La Biblia dice, “Te amará y te bendecirá y te dará muchos hijos. Hará fértil a tu tierra y a tus animales…” (Deuteronomio 7:13 NTV).

Ahora, ¿Por qué nos llama Dios? Primero, Dios nos ama, y porque nos ama Él nos bendice, y porque nos bendice nos multiplica. Cuando Dios nos da Su bendición automáticamente somos multiplicados para bien en todas las áreas de nuestra vida.

Dios desea que ganemos el mayor número de almas posible en el menor tiempo posible. Él nos ha dado una promesa como la que le dio a Abraham. No estamos en esta ciudad por accidente, Dios está viendo si captamos Su corazón y nos multiplicamos.

Dios te tiene donde te tiene y en la ciudad que te encuentras porque allí Él te quiere bendecir y te quiere multiplicar. Dios confía que tu también amarás a las multitudes y que serás fructífero.

“Sí, piensen en Abraham, su antepasado, y en Sara, que dio a luz a su nación. Cuando llamé a Abraham, era un sólo hombre; pero, cuando lo bendije, se convirtió en una gran nación” (Isaías 51:2 NTV).

Piénsalo:

¿En qué necesitas multiplicarte?
¿Cuál es el fruto que has dado últimamente?