La Salvación y la Bendición

LA SALVACIÓN Y LA BENDICIÓN

“Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo” (Efesios 2:8-9 NTV).

La salvación es un regalo, pero las bendiciones en esta tierra son una cosecha. El perdón de nuestros pecados es un regalo, no podemos hacer nada para ganar el acceso al cielo, pero si queremos vivir bendecidos en este mundo, entonces debemos hacer el bien mientras vivamos.

La Biblia dice:

“Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, en especial a los de la familia de la fe”(Gálatas 6:9-10 NTV).

No importa que tan arduo trabajemos, ni que tanto hagamos o demos, jamás podremos ganarnos la gracia de Dios, porque Él nos la dio sin nada a cambio. Ningún hecho de nuestra parte puede hacernos merecedores de la salvación, pues por Su gracia Él nos la ha dado, solamente debemos creer en Él y aceptarlo en nuestro corazón.

Por tanto, si queremos cosechar las bendiciones del cielo, necesitamos servirle al Señor a través de servirle a las personas, porque esto significa hacer el bien.

Cuando eres capaz de entender que eres salvo por gracia, es entonces cuando puedes aumentar tu fe para hacer el bien y recibir las bendiciones del Padre Celestial. Hay muchas bendiciones en el cielo que tienen tu nombre, lo único que necesitas hacer es creer y bastarte en Su gracia.

La gracia es el poder sobrenatural de Dios para ser lo que humanamente no podemos ser y para hacer lo que humanamente no podemos hacer. Así que bástate en la gracia del Señor y deja de pensar que necesitas probarte a Él a fin de recibir Su aceptación. ¡Pues, ya la tienes!Sigue haciendo el bien, y tarde o temprano cosecharas las bendiciones.

“Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo” (Efesios 2:8-9 NTV).

Piénsalo:
¿Qué necesitas cambiar en tu actitud para recibir la gracia de Dios?
¿A quién puedes bendecir hoy?